La relación tóxica como el nombre indica es algo que envenena, que la persona en este contacto pierde la salud emocional, la libertad, renuncia a su potencial, y en algunos casos incluso se siente enferma.

Es el síndrome psicosomático de la persona que se siente «enferma».

Hay muchos grados de conciencia y el más primario es estar en una relación tóxica y hacer creer que no es una relación que hiere a la persona, aunque se sienta mal. Debido a que los grados de necesidad mezclados con los grados de deseo llevan a las personas a engañarse a sí mismas y se cuentan historias de lo que les está sucediendo.

Las relaciones tóxicas suceden en grados muy desconectados.

La toxicidad de estas relaciones tiene que ver con el tiempo, si son cortas conducen a la resolución, desintoxicación y reparación. Si esta mala experiencia sirve de ejemplo para no tener más relaciones en el futuro puede incluso haber sido válida e incluso estructurante.

Pero para hablar de relaciones tóxicas tenemos que hablar de las características de las personas que son propensas a este tipo de relaciones.