«El sueño nos recuerda algún miedo que tenemos en nuestra vida y lo que el sueño nos dice es: -Tienes que cuidar de eso. Así que la gente a menudo tiene miedo de cerrar los ojos porque saben que van a pensar en cosas que les preocupan y cuando piensan en ello no descansan».
Cuando hablamos de los sueños debemos reflexionar sobre cuál es su función y cómo pueden ayudarnos en el desarrollo personal y humano en la vida como en la clínica.
Abordar el tema de los sueños de forma personal o como psicoterapeutas es diferente.
Los sueños a lo largo de los años han adquirido distintos papeles, han sido infravalorados y sobrevalorados. Hoy en día se sabe que soñar es una función vital para el ser humano. Si colocamos los sueños al nivel de la pirámide de las necesidades básicas, aparecen como uno de los primeros, como algo necesario para la supervivencia.
Esto significa que un buen descanso implica un buen soñar, y el cuidado del sueño (que no se mide sólo por la cantidad de horas de sueño, porque no siempre representan calidad) pero el cuidado de la higiene del sueño puede representar una ganancia y un equilibrio de la salud.
Debemos distinguir el sueño de la ensoñación, porque son efectivamente movimientos diferentes dentro del mismo tema.
Los sueños pueden ser explorados en la psicoterapia como base para el diálogo para que nuestro inconsciente se vuelva consciente.