Miedo

Miedo

“Una de las cosas que las personas tienen más dificultad es hablar de las causas del miedo, pero en realidad, cuando se niegan a hablar del miedo sienten rabia, entran en negación. Se niegan a hablar de si mismos, de su historia, porque el contacto con la tristeza es muy difícil”.

A nivel clínico, en psicología, el miedo se clasifica como una emoción primaria o básica. Además del miedo, la alegría, la tristeza, el asco, la sorpresa y la ira que también forman parte de las emociones primarias.

El miedo no es necesariamente un malo y no debe ser visto como algo negativo, sino como algo necesario porque sirve como una advertencia de lo que puede o no ser peligroso.

¿De qué tenemos miedo?

En consulta cuando identificamos el miedo como una emoción limitante debemos explorar en la anamnesis de la persona, a que tiene miedo. ¿De ser abandonado? ¿De ser maltratado? ¿De fallar?

Como hemos mencionado, el miedo no nace de la nada, sino de algo real que la persona ha vivido o vive, o de algo que ha construido en su mente.

Como terapeutas debemos crear un vínculo seguro y una sensación de seguridad con el paciente y luego sumergirnos en el problema. Sin embargo, hay que acercarse al miedo en el momento adecuado, porque es necesario que la persona esté preparada para ello.